Born to die

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Atamos los recuerdos en un mail de dos páginas y una invitación, tus manos en mi cuello diciendo adios Bea.  Mientras espero la lluvia de rivotril, mi corazón se rompe, camino a la espera de la ambulancia, colgada de la ironía doblo al hospital.  Mis héroes y el reflejo, un vino, y un porro de los tuyos, la ansiedad, un ataque de pánico, cuando ya pueda girar, voy a llamarte drogada y borracha, para contarte como duele y dónde dejé la voluntad.

Tengo de esas amarguras de invierno, la bronca atravesada en la garganta, la impotencia  de las manos atadas, la tristeza en las alas. La cara cortada con olor a humedad. Lágrimas en mi panza, sedienta y morada. Tic tac, siento el beso del horror, el sexo y un paraíso hecho comedor. Quiero bajar el sol, ir al callejón, con las putas y este dolor, la herida de cemento que dejó, arruinada mi casa, mi alma.

Tus cosas amontonadas en una bolsa de cartón, la foto velada de todas tus mañanas en mi cama, ese estilo despreocupado en 1,80, torpe y sexy as hell. Todo lo voy a prender fuego, todo este amor. Voy a matarte como un sacrificio que endurece la piel, como los amantes de novela, voy a matarte y nunca más en la puta vida vas a doler. 




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