¿Y si no te vuelvo a ver?
No me daría tiempo a contarte que de Saavedra a Carranza, 15 minutos, la gravedad desapareció. No podría decirte que me trajiste una belleza vieja reconvertida, simbiosis de la vida cuando uno no espera adrenalina.
No me daría tiempo a contarte que de Saavedra a Carranza, 15 minutos, la gravedad desapareció. No podría decirte que me trajiste una belleza vieja reconvertida, simbiosis de la vida cuando uno no espera adrenalina.
¿Y si no te vuelvo a ver?
No tendría ocasión de contarte que estudio fotografía, y soy una loca de mierda. Que cuando me asalta la histeria, me pongo ciclotímica, errática y eufórica. Escribo en un blog, tengo amigos que dan por mi la vida. Que me gusta tomar café con tres de azúcar. No sabrías que 22 años han visto estos ojos, presos del insomnio, promesas del después, eterno y viejo. Que es algo que me enseñé a mi misma, el no aferrarme al dolor, que sufro del frío pero amo el invierno.
¿Y si no te vuelvo a ver?
No me atrevería a decirte que se me antojó comerte con la mirada, y no deleitarme de reojo, no te enterarías que te choqué a propósito, para sentir el perfume de tu remera. Pulsión que aceleró mi respiración, cuando te sentaste a mi lado, el libro más perfecto en tus manos. Extraño, en un viaje de ida, en algún sitio de este inmenso vagón, me encontraste, “sabes cual es la próxima estación?”, anonadada, fija en la boca más perfecta; “ Belgrano”. Me sonreí a mi misma por lo idiota de mi repuesta, te diste cuenta, “gracias” clavaste la mirada en una foto recién copiada, leve sorpresa…mueca de aprobación, silencio hasta Colegiales.
Atiné a espiarte, te descubrí escribiendo números en un papel… me chocaste en el trayecto, refracción, rojas mis mejillas y orejas; “avestruz, quiero ser avestruz,” una voz agónica en mi interior. Como estatua, paisajes aburridos ya vistos, leve molestia, nervios, luego resignación. Bajaste en Carranza, y yo seguía hasta Retiro. Nadie se sentó, la ausencia me inundó… me negué a mirar tu lugar, ahora nada especial.
Estupefacción completa, medio segundo para pensar cuando te vi en ese trozo de papel de anotador. Escritor, músico, seguro… Había que bajar, la mirada rotar, ver hacia donde no estas ya. Una devolución creativa, chistosa pero cierta… manuscrita, críptica, lúdica…tan simple y exacta, perfecta.
Pero...¿Y si no te vuelvo a ver?
No podría confesarte que me recordaste a Jim Carrey en “ Eterno resplandor…” , a una canción de Cerati, al rock fusión, que me hace bailar y cocinar. No podría tomarte una foto después de hacerte el amor, o contarte en cuan incrédulo muto este encuentro de tren, realismo mágico, Rayuela, Bestiario.
No podría confesarte que me recordaste a Jim Carrey en “ Eterno resplandor…” , a una canción de Cerati, al rock fusión, que me hace bailar y cocinar. No podría tomarte una foto después de hacerte el amor, o contarte en cuan incrédulo muto este encuentro de tren, realismo mágico, Rayuela, Bestiario.
Si no te vuelvo a ver...está bien, no moriré. Pero algo me dice que mañana tengo una cita con vos…