Sobre impresiones problemáticas,
la realidad del encanto marchito,
pujó las agujas de mi espalda,
un tiempo cruel, el asco emperador,
se quiebra todo en el ruido de tu casa,
mi sentencia de muerte firmada.
Y grito mi suerte maldita al cemento,
y llora hasta la última molécula de mi ser,
el dolor de los huesos rompiéndose,
huyendo de mi la capacidad de recordar.
Amnesia de pelo largo,
por el largo corredor me arrastra,
tránsito lento que pasó, tu amor,
el apagón en mis ojos brilló,
el universal del adiós propio de dos,
segundo sin perdón, se perdió el amanecer,
no me salvó tu sonrisa, me arruinó el resplandor.