El dolor agotado, vencido de estar,
no suelta, peso muerto se queda.
Fantasmas toman de mi taza de café,
se torna flagelo, un candado,
la tortura del pensamiento arcaico.
Olvido las llaves, por fuera del cuadro veo,
al oasis arder, tu cuerpo desarmado lejos,
un tren que no alcanzo a tomar,
me alentó el invierno, la culpa, el miedo.
El pasar de las horas desfigura los límites,
atrapada, la tarde fallece gélida, abrazo ausente,
me mantiene tibia, viva, recordarte hermosa,
…estoy en paz, aunque faltes…soy feliz.