Suficiente,
hoy basta tu cara pixelada,
tu añoranza infundada,
mi histeria por tus disyuntivas geográficas,
estepas urbanas, cielo en llamas.
Vos lejos, yo acá,
esta cuidad sin nada más que dar,
mi cabeza en constante lucha;
Dónde estarás, Paris quizas?
Esta bien,
la necesidad imperante de tu naturaleza,
por mi esencia impredecible,
la curiosidad despierta de esos celos desentendidos,
contraluz en mi ventana siempre en otoño,
tu mirada haciendo sombra en mi boca,
más allá de la oscuridad precoz,
mi voluntad se doblega.
Alcanza.
Caprichoso cariño,
como lo son los ángulos
desde los que también siento yo.
Nos queremos de lejos, de a ratos,
es intenso, es esporádico, es imperfecto
como real, profundo; es dolor,
éxtasis, tragedia, risa, picardía, complicidad.
Vos me ves en Chicago, yo en Belgrano,
esta sincronicidad que no me deja ser,
es invierno alla, acá no puedo respirar.
En extraños nos encontramos,
a medio camino; kilómetros imaginarios,
5 metros entre un andén y un mostrador,
entre hacernos el amor y decirnos adiós.