Y no me banco estos amores pixelazos, no me banco la mentira
poética de dos mangos, no me banco tu cara de niño lastimado, no me banco la
obsecuencia de esta pelotuda haciéndose la heroína.( a veces siento que lo hace
a propósito, “me gusta”) No me banco a la gente retro, no me banco al pelotudo
de lentes negros que se hace el lindo cuando sale conmigo. No me banco a la
forra robanovios, a la puta de turno, no me banco a la jauría de hienas ni a
las fotocopias de revista. No me banco que vengan a agitarla de bohemios o
rockeros, no me banco el “vemos”. No me banco la histeria, no me banco las
excusas, ni los jueguitos, la mentira taan obvia, no me banco a los pendejos, ni a los viejos de
30. Menos me banco al que se hace el amigo porque me quiere coger. No me banco
otro orgasmo de plástico, no me banco la euforia de sábado, ni el bajón de
domingo. No me banco estos labios prestados, esta mierda conformista. No me
banco Palermo ( ya nos conocemos todos).
No me banco el esguince repetido, no me
banco el silencio del cementerio, no me banco la alcantarilla rebalsada, no me
banco Cabildo y Juramento. No me banco los dolores de panza, la falta de aire,
no me banco que me invadan, no me banco la ansiedad, ni los planteos de
inseguro. No me banco la mentira de ser
gente, no me banco al victimizado, menos al impune. Basta!
No me banco una, no me banco ninguna. La forreada, ni la
ficha que salta cuando estas drogada o borracha. No me banco tu desesperación
por encajar, lo hueca que sos flaca. No te banco, ni a vos, ni a esta manga de
obsecuentes consumistas que dicen que leen Nietzsche y escuchan Floyd para impresionar.
Pero lo que menos me banco es no poder bancarmelos, a vos idiota, a vos tontita.