Voy a explicar el sentido hacía el cual giro, la bailarina,
el trompo. Acá mi ilusión y el error, me aferro sin esfuerzo, a la sonrisa
extraña de colectivo, cuando la herida huele a recuerdo, la piel a noche. Caigo
en la mueca, con una canción, cuando el libro florece en mis manos, y ella lee
al mismo autor, o me encuentra la fila un extraño de ojos claros. Se me va la vergüenza, o la causalidad me
puede más, me animo a cruzarte la mirada, a dar las gracias por adentro, porque
estos instantes me saben latiendo. Llego a casa con la clara idea de que el día
valió la pena, hay sentido.