Respirando a travez de los poros de esta piel joven. Corten por favor la pierna gangrenada, perfumen la realidad con margaritas. Es un presagio del caos y el desastre que me deja a la deriva, sin monedas para llamar; tus ojos cambiantes y los mios soldados, las bocas cocidas. No verá o dirá nada esa vida, vivirá el recuerdo de los armarios; un muerto llorado, un sonido de domingo invadiendo con luz el abrazo calido de una palabra mágica al encuentro amoroso e inocente.
Hoy la mentira muestra su verdad, los cielos de mi casa se caen, la columna se me quiebra en esta estupida lucha contra el tiempo y la duda. Pasan de largo las risas, el amor que debería hacer que esto duela mira desde el tren mi silueta desdibujada con panza. Se cerraron hace momentos las últimas ventanas, ya no es el cuerpo tu abrigo amor, ya la quietud invade tus horas solitarias, el deseo esta cumplido, la flecha se hace mierda contra la almohada comesueños, sangrara seguro ese corazón sin estrenar.
El contorno de un mundo nuevo procura acabarse y explotar, agonía en el insomnio de estas ultimas semanas, que vida extraña esta que me tocó, era feliz con mi secreto creciendo, gestado de cenizas y caricias. Ahora dibujo ahorcados con palabras que no se deletrear, y desde afuera me vienen a cobrar los fantasmas.