Prostituta de tu luz. Me levanto solo para verla rodearme en
sombras lánguidas, donde el orgasmo me encuentra junto a la luna, y un lobo en
la imaginación de estas luciérnagas, me destroza el espíritu. Alumbras de a ratos mis huesos cansados, los limites
de mi razón, acá decantan todas mis inseguridades, acá lo que me roba el sueño
y me condiciona a desearte. Me veo destruida en el desencanto, en la decepción
de querer lo extraordinario, y a cada paso, un cuarto se vuelve oscuro. Sin
retorno, mi sonrisa elige el exilio. El amor se pudre por dentro…
Deposito las deudas de mi fe en las fugas de mis ojos, me
enciendo en enojos, los estados de nostalgia ocupan la mayor parte de mi semana
y en los ratos libres me afirmo en una virtud despojada de ideas. Creer se ha vuelto un proceso muy poco
rentable para el corazón. Hoy tengo cita
con el olvido, prendo un pucho y vuelvo al bunker.