Caminamos de la mano al olvido,
la madrugada despertó con el adiós y una pena,
precoz el atardecer, la oscuridad universal.
El beso con gusto a hiel sobre la herida,
tu hada se va…
Llega el tren con el vergudo disfrazado de guarda.
Tu mirada se aleja,
cruza el puente, mi castillo arde…
No habrá dolor,
tus ojos cambian de estación,
mil días, represión mental,
rota la cuerda, dos locos enamorados,
la ruleta rusa de la vida,
el tiro de gracia impacta,
explota mi alma,
los vidrios de la casa,
paredes manchadas,
la humedad detrás del placard,
palabras gastadas, de rouge sobre el vidrio;
confianza, dialogo, amor,
que desperdicio…
Me recuerdan las fotos las sonrisas forzadas,
la tristeza de no poder cambiar mis formas destructivas.
No pude ver más lejos para alcanzarte en el sueño,
para dejarte a vos contagiarme con la rutina del almuerzo,
no quise la vida simple, y ahora no tengo nada.