Este sábado de encierro en mi cabeza, de un sol ausente y
los ecos de un llanto vuelto canto. Una
canción me salvó del bajon, una palabra de aliento tuya.
Sueño a la distancia acaricarte los ojos con la sonrisa
manchada de helado y cerveza. Olvidarme de que estas allá y yo en esta cuidad
de barro. Espero poder llorar en tu hombro y ser libre en tus brazos. Escucharte
filosofar y citar a Cortazar. Con nuestras lenguas negras, un martes de luna
llena. Espero poder mojarme los pies con las aguas de tu pueblo, recorrer las
tristezas que nos recitamos sin pedir perdón o permiso con la promesa de que el
consuelo esta cerca. Espero poder cebarte mates leyendo un libro de poesía,
cocinarte un pollo al horno con papas. Espero devenir de este sueño en carne y
alma. Espero juntar tus alas con las mías. Espero el transe de la borrachera de
la buena fortuna. Que el carnaval nos encuentre a la orilla del alba. Espero
poder salvarte como haces vos sin darte cuenta. Al final hay recompensa.